Enter the darkness [ Lulu & si quiere alguien mas, pues alguien mas ]

& allí estaba, el sombrerero loc, tras acabar su trabajo en la torre del reloj, que a saber cual era. Meh, no es importante, y no es mi objetivo ahora mismo. Me tomé la libertad de aparecer justo tras el, usando uno de mis portales negros, con la espada desenfundada, & con porte seria. Sabía como iba a ser el encuentro, un encuentro de espadachines, ya que gracias a mi máscara, el problema de los ojos estaba obviamente solucionado, por lo que, bye bye, Mad Hatter.

.- Ah tio, yo pensaba que estarias mas acompañado

Dije, como presentación, o como queja mas bien, solo uno no iba a ser verdaderamente divertido, pero bueno, por algo se empieza, saqué a mi Quid Vacuo para comenzar a enfrentarme a lo que iba a ser un nuevo perdedor, colocandome en guardia, con la espada sobre mí.

.- Bueno, venga, enseñame de lo que eres capaz, Lelouch

¿El por que pelear así de buenas? Lo descubriremos en el próximo episodio~ AHAHAHAHA.

Estaba terminando mi trabajo en la torre del reloj, estaba claro que sería una magnánime actuación cuando pase lo que tenga que pasar, pero un escalofrío recorrió rápidamente mi espalda, era signo de mal augurio, seguro.Para cuando quise darme cuenta, tenia un portal abierto tras de mí y a un ...hombre, quizás?

-Vaya, no tenías otro sitio donde aparecer, ¿verdad? Vanita-chan~, ¿por qué sigues siendo el perro fiel del príncipe? Yo te pagaría mejor que él, seguro.-dije, sugiriendo en vano que se uniese a mi bando, claro estaba que él no lo haría.Era demasiado "malo" como para cambiarse y menos ahora.

Estaba en una mala situación, él había venido a pelear así porque sí, supongo, y yo no había venido tan preparado para eso.Estaba en apuros por no poder usar la hipnosis, pero aún tenia muchos ases bajo la manga.No podía permitirme morir aquí y menos ahora que estaba tan cerca de conseguir algunas de las cosas más importantes.

-No te entrometas en mi camino.-dije, serio.Si quería pelea la conseguiría, no sería menos.Pero , yo seré quién aseste el primer golpe.Alguna ventaja he de sacar de estar aquí.

Di un salto hacia atrás, largo.Lo único malo que veía en él como una maldición para mi eran sus portales.Le lancé una carta que se transformo en una daga de hielo, la cual iba directa a su pecho.

Me gusta ver como se come el coco para intentar vencerme sin poder usar sus poderes, parecía que iba a usar sus cartas, está bien, yo solo tendría que acercarme lo ¡AHAHAHAHAHAHAHAHAHA!. Tras echarme hacia la derecha, no pude evitar llevar una mano al pecho, comenzando a reir, una risa de un verdadero psicopata, riendo con la boca abierta, dirigiendo mi bello rostro cubierto hacia el techo.

.-AHAHAHAHAHAHAAHAHAHAHAHAHAHAHAHA.-Pero callé, una risa que calló tan pronto como había venido, para, mirarle, arqueado en la posición en la que estaba, con la cabeza ligeramente ladeada.
.-¿Eso es todo lo que tienes, perdedor?.-Me incorporé, lentamente & poco a poco, clavé mi mirada en los ojos del sombrerero, aquel que se hacía llamar el sobrerero loco.¡JA!.

Comencé a caminar, lentamente, hacia el, intentando aterrorizarle en cada paso, con una media sonrisa impresa en mi rostro.
.-Bueno, supongo que ahora me toca jugar a mi.-Susurré, lanzandome, con la Clave del Vacio en ristre, preparada para lanzar una gran estocada, directo al pecho, pero a medio camino, me tomé la libertad de abrir un portal, delante de mi, y el otro detras, para salir por este, en mi intento de estocada.

No quería escuchar su risa, ni su voz, ni sentirlo cerca mio.Era el mal personificado, y encima le parecía divertido atacarme.Pero siempre me quedaran ases bajo la manga, pues...no puedo morir aquí.

-Vanitas.-susurré su nombre al viento,esperando que el viento hiciese su trabajo.Sonreí, de medio lado.No podría imaginarse el poder que tiene el viento , y mucho menos en un lugar tan alto.Pues estábamos en la cúspide de la torre (?) donde sería más brusco y más severo.-Prepárate.

El viento destrozó el reloj, haciéndolo añicos tras de mi.Todos los cristales y engranajes empujados por el viento se dirigían hacía él.Pasaron por mi lado, y fueron en su dirección.Aproveché esta distracción para salir por patas por el agujero que había dejado el viento, dónde antes había un reloj.

-Ahora , es tu turno, nube.-grite, saltando por el hueco.Una nube vino a recogerme, como la de son goku (?) y me llevó hasta lo más alto de la torre, el punto más alto.-Lluvia.-susurré, y cómo alma que lleva el diablo, la lluvia salió.Era uno de mis puntos fuertes, usar el medio, además, que más daría romper una cosa que otra para conseguirlo.

-TE ESPERO AQUÍ.-grité, preparado para la batalla, con una daga en cada mano.Dagas de hielo imposibles de romper o derretir.Sonreí ansioso por la llegada.

Todos aquellos engranajes me impactaron.

Pero sin embargo, no sentí dolor, oh no, no no no no, ¿Por qué?¡Si esto es la polla!¡AHAHAHAHAHAA!. No pude evitar ponerme de rodillas, llevando las manos a mi cara, a mi cuello, intentando partirmelo yo mismo, o por lo menos haciendo el amago, entre risas descontroladas.

.-No hay nada que me puedas hacer que no me haya hecho yo ya, no hay nada que me puedas hacer que no me haya hecho yo ya, no hay nada que me puedas hacer que no me haya hecho yo ya, no hay nada que hacer que no me puedas hacer que no me puedas hacer, ahahahahaah!.- Finalmente, miré de reojo al Leluch que se dirigía hacía el techo.

Finalmente, creé un portal bajo mí, agarrando a mi Clave del vacio, al tiempo que salía sobre Lelouch, asestandole un tajo vertical en caida, partiendole por la mitad, al tiempo que me colocaba de rodillas en el suelo, pudiendo ver como todo lo que me había rodeado era una ilusión.

.-AHAHAHAHA, TODO ERA MENTIRA.- Dije, llevando mi cabeza al suelo, para comenzar a golpearla contra este, agrietando el casco, entre jadeos cansados

Todo mi plan se había ido a la mierda, pero estaba casi consiguiendo que se quitase el casco aunque sea a golpetazos, se podían ver las grietas en él.Ahora era mi oportunidad, aunque estaba bastante mal.Mi brazo izquierdo estaba literalmente roto, pues no puedo salir bien parado tras semejante destrucción de mi ilusión.

También era un desequilibrio mental con mi mente y la suya, aunque creo que él ya estaba bastante desequilibrado ya como para estar más.

-Te parecerá bonito.-musité, poniendo morritos.Estaba enfadado pero no iba a dejar que me afectase.-Mira cuánta sangre puedo perder por tu culpa.-chisté, con un tono burlón.Mi sangre era bien codiciada ya que parte de mi poder viene de mi sangre.-Ahora, ¿por qué no te quitas el caso?.-pregunté, haciendo que mi propia sangre se acercara a él, y sin previo aviso destruyeran el casco.

El casco se destruyó quedándose en pedazos desperdigados por toda la sala, que estaba tal y como la habíamos dejado.Pues en una ilusión por mucho que te muevas, no te mueves.

-Parece ser que mi trabajo aquí ha concluido.-dije, escuchando el sonido de las campanas de la torre, que a la vez de reloj hacia como campanario y era la hora del té, y no podía llegar tarde.

¿Bonito?¿¡Bonito?!. Era simplemente precioso, ¡Precioso!. Espera, que estoy haciendo, me pregunto, al tiempo que miraba de nuevo hacia mi contrincante, dejando ver uno de mis ojos dorados. Pero el resto de mi rostro se vió rápidamente descubierto gracias al impetú que tenía aquel pequeño chico, me levanté, poco a poco, con una sonrisa de oreja a oreja en la cara, al tiempo que guardaba a Quid Vacuo en el cinto.

.-Bien, bien, bien.-Elogié, al tiempo que me tomaba la molestia de aplaudirlo, dos, tres veces, se sentirá elogiado.
.-Considerate aprobado.-Comenté, guiñandole el ojo a mi contrincante, al tiempo que abría un portal negro a mi espalda, entre risas.

.-Me sirves como mensajero, si, dile a tu condesa que si no lucha, yo la obligaré a luchar, ya sabrá mas, adios & gracias~.-Susurré, antes de desaparecer por el portal.

Este chico me parecía lo más estúpido, arrogante de lo que había visto en mi vida.Estaba bastante molesto por su culpa y tras unas breves palabras, se despidió y se fue.

-Adiós.-comenté, mientras movía la mano, para despedirme.Me acababa de dejar, aquí, a medias.-Me vengaré.-exclamé con una sonrisa de oreja a oreja.