Ataque sorpresa, ¿quizás? [Rin&Lulu]

Cogí la bandeja con la comida, me senté en mi sitio y comencé a comer.Sin pausa pero sin prisa.Paraba para beber un poco, un sorbo de zumo de grosembaya, fruta característica de la zona, y muy bueno a decir verdad.

Me paré a observar mi alrededor no había nadie, solamente estábamos los cocineros y yo, desayunando a las seis y media de la mañana, normal que no hubiera nadie.A estas hora solo nos despertábamos aquellos que teníamos algún trabajo y por aquí no abundaban trabajadores sino, fracasados inútil con una misión estúpida.

-UUUO, que tranquilidad.-murmuré, esbozando una sonrisa.La tranquilidad era un don del que no todos podíamos poseer un cacho de ella.Era frustrante el mero hecho de no conseguir la tranquilidad en mi propia habitación, pues tenía varios animales domésticos y varios artilugios que le daban por hablar de vez en cuuando.

Como siempre, mi comida era toda dulces, normal, era mi vida....los dulces.La tostada de mermelada de fresambuesa y meloconpero, estaba deliciosa.

Entre por la puerta y cogi una manzana, no me fije en la gente de mi alrededor, ya que iba pensando en mis cosas.
El último encuentro habia provocado que muchos de mis pensamientos cambiaran de parecer.

No tenia muy claro de que lado estar, es decir, no queria ser de los malos,¿quien quiere que el principe gobierne? pero tampoco queria estar del lado de los''buenos'' su afan por encontrar a alicia para que los gobierne me ponian de los nervios,

Todabia era muy pronto, pero no tenia más sueño, en realidad todabia no habia conseguido dormir, mi mente estaba demasiado alterada como para ponerme a dormir.

Le di un mordisco a la manzana y me sente cerca de los ventanales.

Que estupidez de tierras, seguro que en algun lugar la gente era más lista.
Finalmente me acabe la manzana, no tenia muchas ganas de buscar otro lugar en el que caer muerta, asi que me quede un rato más sentada mirando por la ventana mientrás me apoyo la cabeza en la mano

Seguía con mis dulces tranquilamente sin preocuparme demasiado en lo que ocurría a mi alrededor.Había desde gente bostezando medio muriéndose del sueño hasta gente como yo que sólo quería disfrutar de su desayuno.Pero algo perturbó mi tranquilidad, era una presencia conocida, como la de aquellas hermanas, la pervertida diría yo.Supuse bien, pues pude observar como desayunaba la pervertida chica.

Aunque hubiese terminado, no se iba, extraño ¿quizás?.Estaba más bien en su propio mundo de pensamientos, supongo que ilógicos y complejos, pues así era ella.

Sonreí, tenía una oportunidad para charlar con ella.Así que di la vuelta junto a mi silla, para ponerme frente ella con media sonrisa picarona.-Buenos días, espero.-dije, saludando también con la mano.

Mis ganas de charlar incrementaban, así que me senté en su mesa.Dejando ver mi fantástico cuerpo, envidiable por algunos y codiciado por otras.

-¿En qué piensas? Espero que pienses mucho en mí.-solté, junto a un guiño mas bien juguetón y una de mis sonrisas.