Bueno Dorothy, sigue el camino amarillo [Libre]

Se que empezar a narrar historias con un simple abrí los ojos es demasiado topicazo, pero bueno, es mi historia, y tengo que buscarle una manera original de empezar....Abrí los ojos, si, los abrí, pero muy lentamente, intentando ubicarme en el sitio, saber donde estaba. Notaba mi cabeza como si fuera un maldito bombo, al tiempo que juzgaba donde estaba tumbado, que era lo que parecía una especie de losas, o de piedra, debido al tacto. Tenía una mano sobre mi cabeza, & otra en el suelo, & no pude evitar arrugar la nariz al tiempo que movía la cabeza, de un lado a otro, intentando despejarme, como es obvio. Aparté la mano de mi cara, para moverla hacia el lado izquierdo, para notar una especie de tacto a arena, para luego mi mano humedecerse, como un oleaje.

Si, ahora que lo pienso, si, oigo una playa, quizá esté junto a una gruta subterranea, debo dehaberme caido en ese sitio. Procedí a incorporarme lentamente, llevando mi mano izquierda hacia mis ojos, para frotarmelos tranquilamente, despejandome. & mirar hacia mi izquierda. Una gruta subterranea, tal & como predije. Me llevé mi mano izquierda hacia mis cascos, para colocarmelos bien en las orejas, ya que de la caida, como es obvio, se habían descolocado brutalmente. Finalmente, con mi otra mano, la llevé hacia el iPod de los bolsillos, necesito música para pensar bien.

Muy bien, ¿Siguiente paso? Pensar como salir de aquí. Me levanté de un saltejo, para quitarme el polvo de la ropa en un gesto vago, no me gustaba andar manchado por la vida. Finalmente, me crucé de brazos, para alzar una ceja, mirando a mi alrededor. Esto parecía un parque, o algo así, ya que alrededor del lago, había baldosas, pero en la lejanía, había bosques, excepto un camino, obviamente, de losas.

.-Bueno Dorothy.-Comenté, para mi mismo, antes de echarme a caminar, a un ritmo lento.-Es hora de seguir el camino amarillo

Estaba dando una de mis muchísimas patrullas por este paraje, que pase desapercibido por todo lo que allí rondaba, ese pequeño gato, el pájaro herido..nadie notaba mi presencia. QUE TRANQUILIDAD!! gritó mi yo interior a mis adentros. Pero una presencia extraña inundaba este lugar, ¿qué era?

Impaciente me recorrí a toda prisa todo el lugar, buscando sin parar esa extraña sensación...era , sí, había un...¿chico?Sí, un chico en el camino de baldosas. Otro invitado de nuestra conejita, creo.

Disimuladamente me acerqué por la espalda hacia él, con sigilo levanté el auricular derecho (mas bien estiré sin permiso alguno)....solté un soplido (fyuu~) en su oreja derecha y, rápidamente, como un rayo mas bien dicho, saque una piruleta de mi bolsillo. -Bienvenido invitado~.-le mostré la piruleta como regalo de bienvenida.

-Bienvenido a Nightmareland.-dijé, esta vez con voz triste. Giré, a base de saltitos, a su alrededor, con una sonrisa impresionantemente(?) brillante, le cogí de sus manos y seguí saltanndo. - OTRO INVITADOOOOOOO~~~.-seguía berreando en mi mundo sin prestarle mucha atención al chico.

¡¡ES QUE NI PERDIDO ME PUEDO LIBRAR DE LA GENTE!!¡¡ESTO ES LA HOSTIA!!.

Tomé aire, intentando calmarme. Primero me tiran de mis cascos, luego me cojen de la mano con toda la confianda que obviamente, no tenemos. Finalmente puedo dictaminar que odio a este maldito tio, aunque eso si, tomé la piruleta. No pude evitar mantener la ceja alzada en todo su discurso, para ver como comenzaba a gritar que era otro invitado. Finalmente me separé de el, con un gesto burdo, era oficial: Estaba loco, muy loco. Primero Nightmareland & luego otro invitado, si es que...

.-Mira, no se cuanto te habrán pagado para que hagas esto, pero haces un muuuuuuuuuuy buen papel, ya puedes irte, adios~.- Dije, despidiendome con la mano, para proseguir mi camino, sin dedicarle una mirada siquiera de despedida. Adios, spam borrado, por así llamarlo.

A ver...¿Donde coño está la salida?.

¿CÓMO SE ATREVE ESTE PEQUEÑO DEMONIO A IGNORARME E IRSE COMPLETAMENTE?.Estaba bastante enfadado, claramente no lo aparentaba, puse una carita de hacer pucheros, con una mirada de perrito abandonado y corriendo tras él, le volví a coger de las manos.

-NO TE VAYAS!.-grité, aunque sabía muy bien que no podría irse, de aquí uno no puede irse tan fácilmente.-Por favor, si te vas...este mundo...este mundo...-intenté dar pena, con cara de preocupación, total, era mi trabajo...ser el que se encargue de los desechos humanos que traiga la coneja blanca y utilizarlos como peones en una batalla...sí, esa era mi trabajo...¿me gustaba? claro que no, como iba a gustarme utilizar así a las personas.

Miré nuevamente al chico, tenía cierta belleza, se me vino a la mente utilizar este cuerpo que dios me dio para encandilar, pero algo me decía que no era buena idea, así que ni lo intenté...le apreté las manos.-No soy ningún actor, soy Mad Hatter.-dije, rápidamente, suponía que su confianza podría ganármela si le dijera todo lo que quisiera saber.

-No sabes dónde estás , ¿me equivoco?.Pues no hay mucha gente que te vaya a ayudar a averiguarlo, sin embargo aprovecha que estoy aquí.-balbuceé, tenía que evitar que se fuese y sólo se me ocurrió que diciéndole esto , quizás...sólo quizás...sería capaz de conseguirlo.

¿Que no me vaya?, pensé, ¿& quién me lo va impedir?¿Tú & cuantos mas?. Empecemos por el principio. Primero me volvió a coger de las manos, aprovechando esa confianza inexistente, tras lo cual, volví a separarme con otro gesto, rodando los ojos. Parecía que mi tia Lexandra se había gastado lo suyo en el cumpleaños, supongo que esto debería de ser su fiesta sorpresa de cumpleaños. Hombre, original es, lo admito.

.-Pues sí, señor...como sea, se donde estoy, y hacia donde tengo que ir, y tengo muuuuuuuucha prisa.-Le dije, echando a caminar a un ritmo lento, sosegado, al tiempo que sacaba mi iPod del bolsillo & ponía Skrillex a toda potencia, asi por lo menos no le oiría por un rato.

O por lo menos, eso esperaba. Ademas, ¿a mi que demonios me importa su mundo?, si es que saldré de esta representación teatral en cuanto pueda, y tu & yo tendremos una charlita en casa, tita.

MALDITO CRÍO MIMADO DE MIERDA! ¿Por qué la estúpida de la coneja blanca se había traído algo inservible a este mundo? ¿Por qué? Tendré que hablar con ella, se va a enterar de lo que vale un peine, ufff!!.Estaba cabreado, muy cabreado...no podía más, y el mero hecho de que me seguía ignorando y se iba tan tranquilo...me ponía de los nervios. Siempre podría usar lo que sólo yo sé hacer, pero eso lo guardo para casos extremos y parece que este no es lo que importa ahora mismo.

Tuve que correr tras él, y pude observar que tenía buen cuerpo, "qué mono es el chico este" , PENSAMIENTO IMPURO! era un pensamiento impuro e ilógico en mí, ¿por qué?¿Por qué me saca de mis casillas un mero niñato?.

Lo agarré, muy fuerte, casi imposible de quitar mis zarpas de él (zarpas = manos) , sólo podía rogar , porque no iba a utilizar algo importante con este chico.-¿Qué hace falta para demostrarte que no estas en una obra de teatro? ¡Este es mi mundo, y se viene abajo por gente como tú!.-solté, sin poder evitarlo, me salió sin querer de los labios, ¿por qué?, no lo se...me estaba cabreando y eso no era bueno para mi fachada.

Soltando unas lastimeras lágrimas de cocodrilo, miré directamente al niño a los ojos y le supliqué, denigrante para mí, sí, pero tenía que hacerlo, era mi última oportunidad.-Por favor, no te vayas.-sólo me quedó decir eso para quedar con mi orgullo por los suelos, pero no importaba...era mi causa...mi causa es mucho mas importante que el orgullo.-¿Qué me contestas?¿Me das una oportunidad?.-le pregunté, soltándole las manos, con cuidado, sin velocidad alguna.

Pesado.

No encuentro otro adjetivo para calificar a este tipo, bueno, si, pero si que es el que mas le califica, como el nombre dice, adjetivo. Es pesado, cargante, coñon, su voz no me mola, feo, estúpido, y está loco, ¿Quien le da el premio al mejor actor?. Finalmente suspiré, decidiendo entrar al trapo de todo esto, al tiempo que rodaba la mirada, retirandosela de los ojos a aquel chico, llevandome una mano a la cabeza, estilo facespalm, para negar.

.-Está bien, está bien, pero no voy a ponerme en primera linea a luchar contra algo que no tengo ni puta idea de que es solo por ser el elegido de una profecía que me acabo de enterar, te lo digo desde ya

Tuve que decir, en un suspiro, dando mis condiciones desde el principio.

¡¡ESTE ES TONTO!!
Este maldito crío es tonto del todo, como va a ser él un héroe de una profecía.-me reía para mis adentros, sin resultado alguno en mi cara, no podría saberse qué es lo que estoy pensando con verme, era totalmente imposible...así que tenía que dejarle las cosas claras.

-Creo que te equivocas...no existe tal profecía de la que has hecho mención, solamente existe una cosa...este mundo.dentro de este mundo estamos los naturales de aquí, algunos con poderes extraños como la coneja blanca, que es la encargada de traeros aquí...para que estéis presentes en la historia de este mundo y podáis elegir si el bien o el mal o preferís pasar de todo.Te lo mostraré.-dije, por ultimo. Lo cogí de la mano y le mire a los ojos, era hora de hacer uso del poder que tengo, pero solo una parte de el.

De pronto nos envolvió una burbuja y esta nos llevo al comienzo de la guerra, donde paso por paso, le fui explicando al chico de que se trataba todo.Cuando el príncipe de corazones apareció, mi sangre hecho a hervir, algo usual dada las antiguas experiencias vividas con el.

-Ves ese sujeto,¿verdad?.Es el príncipe de corazones, aquel que ha decidido acabar con este mundo doblegándonos...-ahí terminó mi explicación, poco a poco íbamos avanzando en la historia.

[haz todas las preguntas que quieras]

Apenas me puedo creer que este chico no me haga caso, despues de enseñarme lo que considero unos efectos especiales de la hostia, ademas de un argumento verdaderamente interesante. Entonces esto era como el pais de las maravillas, ¿eh?, muy bien, entonces busquemos a Alice.

Alcé levemente la ceja izquierda, cruzado de brazos.
.-Entonces...si te ayudo a vencer a el príncipe de corazones, ¿Dejaras de darme el coñazo?.-Pregunté, por asegurarme. Para ser sinceros, no iba a hacer nada de nada, canturrearía de aquí para allá dos o tres canciones, y punto.

Si es que, tita, cada vez partes mejor la pana. Pero tranquila, que esto te la devuelvo. Finalmente me volví a soltar (otra vez) de las manos de aquel pesado, para colocarlas en los bolsillos de mis bermudas.

.-Bien, si mal no creo recordar el cuento, será mejor buscar a Alicia, ¿Donde coño está?.-Pregunté, sin pelos en la lengua. A ver si acababa esta función rápido & me iba a casa.

MALDITO NIÑATO

Estaba bastante harto de este pequeño engreido de mierda, no sabía cómo podìa seguir siendo tan amable con él ... Bueno, siempre me han gustado los engreidos...son un deleite en la cama, ver como aun se obstinan en seguir siendo los mejores si o si, seria mejor tomarlo ahora mismo y que fuese mio...o no...

-Pequeño, si todo fuera tan facil como encontrar a Alicia, estariamos bien solos...pero necesitamos a todas las personas posibles para luchar en las batallas e intentar ganarlas.-dije,con solemnidad y precaucion en mis palabras. La verdad es que hubiese tomado a este chico ahí en medio, con las bestias mirandome.

Saque de uno de mis bolsillos una carta, a ser exactos el joker.-Dime, que eres capaz de hacer?.-pregunte, lanzandole directamente la carta a la cara, como si fuera una daga.-daga.-susurre, y la carta en eso se convirtio.

Rodé los ojos, genial, ahora parece que Alicia ha desapare ¡¡CUIDADO!!. Me eché rápidamente rodando hacia un lado, tras ver, por el rabillo del ojo, como aquel tio me había lanzado una daga. ¿Pero como demonios osaba?¿Eh?. Me levanté, quedando en guardia, cual gato, con las piernas en tensión, preparado para saltar hacia cualquier lado.

Veamos, observemos el terreno. Tras haber descubierto que el chico podía hipnotizarme & transformar cartas, su pongo que no está de mas pensar que tendrá mas poderes...O quizá...¡Si, claro que si!. Aquellas cartas eran una verdadera ilusión, y seguramente las heridas que podrían hacerme, es por eso que me concentré para saber que no era peligrosa.

Pero sin embargo, las cartas todavían pueden dañarme.


¿Qué mierdas es esto? Ya es obvio que no es una representación, estoy metido en algo gordo, gordo de verdad, y todo eso por no andar con cuidado al caminar por el bosuqe.

Mierda

El chico parecía haber escapado del ataque sin problema alguno y también, su mirada me decía que había averiguado que eran sólo ilusiones...pero no eran SÓLO ilusiones.

-Me encanta...-susurré, con media sonrisa plantada en mi bello rostro.Saqué de mi manga una baraja completa...y las cartas salieron y me rodearon completamente y, con otro chasquido todas "volaron" al cielo.-Ahora, pequeñas mariposas mias, sed la nieve que cubra este manto, sed las rosas del campo.-sí, era un conjuro, un hechizo, un encantamiento, tenía muchos nombres, pero no era apenas poderoso...simplemente era media ilusión, media realidad.

Las cartas se convirtieron en dagas de hielo y acero, lanzándose precipitosamente contra el criajo que tenía ante mis ojos.Obviamente no le iban a dar en partes vitales, pero siempre puede hacerle magulladuras.

-Ah! se me olvidaba avisarte, no te protejas el cuerpo, no es necesario...tu cuerpo no sangrará ni te ocurrirá nada...je.-avisé, no era mala persona, pero mis cartas no eran de hacer daño corporal, sino al alma/espíritu de la persona, e incluso podrían presentarse en la mente del otro para atormentarle, ese era el poder de las cartas...no hay más.

Ai mai.

Supongo que no me queda otra, jugarmelo todo a una. Tenía entendido que si dañabas al ilusionista, toda la ilusión se iba al traste, ademas, si no funcionaba, por lo menos me quedo como dios. Finalmente, me lancé a correr contra el chico, puño en alto.

Finalmente, pude notar los nudillos contra la cara del chico. no tenía demasiada fuerza física, ys eguramente solo le habría echo un pequeño moratón, pero esa distracción, esas pequeñas milesimas de segundo, las aproveché para tirarme sobre el, cayendo ambos al suelo.

Le agarré con las manos el cuello, para finalmente girarnos, haciendo quedar el sobre mi, y haciendo que las dagas, obviamente, cayeran sobre él.

JAJAJAJAJAJAAJAJAJAA ¿DE VERDAD?

¿Cómo pensaba ese niño que iba siquiera a poder tocarme tan fácil? Todo lo que él hacía desde mi punto de observación era atacar a una bolsa, que yo mismo había hecho creer que era yo, por consiguiente, todo lo que vi fue a un tonto golpear al aire, ponerse una bolsa de plástico en lo alto y ver como todas las dagas caían sobre él, aunque ninguna sobre algún punto vital.

Baje del árbol que me había sido de escondite hasta llegar al chico que aun estaba en el suelo tirado, lo mire, sonreí y le ofrecí mi mano.-Bueno, no todos intentan pegarme...pero tendré que enseñarte a diferenciar ilusiones.-dije, con una sonrisa en el rostro y con medio tono burlón.

Sí, me iba a servir para algo, por lo menos tenía agallas, poca fuerza, pero agallas. La fuerza se consigue pero las agallas no, así que era una buena pieza, cosa que apreciaba.

-Además, ¿piensas que con semejante espectáculo podrías tirarme al suelo?.-pregunte, sorprendido , ya que ... él mismo pensaba que podría conmigo, pero...ahora mismo, no podría.

Cuando menos me lo esperaba, llegó una invitada de honor sin permiso alguno.Los saltos y la presencia de la coneja se podía intuir desde lejos, pero como a mí no me haría nada, no tendría que tener miedo y menos de ella.

Solamente su arrogancia me hacía sentir malhumorado casi todo el día, era una estúpida. Guapa, sexy, estúpida y con talento en la cama...¿qué más se puede pedir?.-Eso intento evitar.-susurré, maldiciéndola con la mirada, no podía soportar esa actitud y mucho menos que se entrometiese en mis asuntos.

-Conejita mía...ya que estás aquí, ¿por qué no me das algo de información calificada sobre este sujeto?.-pregunté, sonriendo, mientras miraba al chico. Me refería a él cuando decía lo de este sujeto.Claro está, la información podría conseguirla de parte del chico con una sola mirada, pero me valía más utilizar esa oportunidad en otro momento...más adecuado.

-Oye, es verdad, no te lo he preguntado...¿estas bien?.-pregunté, poco preocupado, si había llegado hasta aquí no sería por gusto de la coneja, sino porque estaba destinado a ello y no podía morir tan rápidamente...creo.

No me gusta esta cosa, no me gusta esta situación. Esto no es una representación, no, imposible. Beh, apareció una nueva chica, una coneja, genial, mas gente. Finalmente suspiré, levantandome poco a poco del suelo, al tiempo que colocaba mis manos en los bolsillos. Espera, ¿Que demonios es esto?. Puedo palpar algo, como si fuera una espeice de moneda, quizá hasta mas pequeño, ¿Qué está pasando, por dios?.

Finalmente saco el objeto, para verlo en la palma de mi mano, un pin, negro, con un extraño simbolo, solo es un pin, por lo que lo lancé en el aire, haciendo que girara levemente, varias veces, hasta recoger el pin en mi mano. Ahí fue cuando todo cambió. La canción cambió por un pitido, y entonces, pude verlo.

Puedo ver una sala oscura, una sombra abalanzandose sobre una chica, Evangeline, grita una voz que rápidamente reconozco como la del sombrerero, una espada se hunde sobre el pecho de la chica, acaba sus últimos estertores & muere.

¿Pero qué...?

¡¡Puedo ver imagenes en mi cabeza!!¿Que está pasando?¿& de donde ha salido este pin?....Mmmm...Quizas tenga algo que ver....Cerré los ojos, de nuevo, para volver a hacer griar el pin entre mis manos.

¡Voces!¡Son voces!...Pero, ¿Por qué?¿¡Estoy oyendo lo que piensa la gente?!¿¡Que cojones ES este pin?!. Se lo que piensa la chica, sexo sexo sexo, en cambio, el otro...mejor dejarlo aparte. Me alejé, instintivamente, con un leve dolorcillo de cabeza, como una quemazón.

Mi..mi mecanismo de autodefensa...ha sido sobresaltado.¿Alguien ha entrado en mi mente? Pero, ¿quién?. La coneja no haría eso así sin un motivo bueno, y si lo tuviera ya me lo hubiera dicho hace tiempo, seguro.

Miré instintivamente al chico, atónito. ¿Era él? Pero desde cuando, no había sentido ese poder en él cuando lo vi por primera vez ni cuando hablaba con él ni siquiera ahora, sólo noto una vibración, pero viene de él.Estoy seguro..

-No espíes sin permiso.-susurré, dirigiéndome hacia la coneja, con sonrisa picaresca.-¿Ya quieres irte? Si acaba de empezar toda la emoción.-dije, mientras acercaba mi rostro al suyo, acabando por besarle suavemente la mejilla izquierda.-Así que tu eres la culpable, ¿no?.-pregunté, bajito, muy bajito que sólo me escuchase ella.

-¡Exactamente!.-exclamé, volviéndome para ver al chico.-Puedes elegir el bando que quieras, pero mi misión es recaudar soldados para la batalla en nombre de la duquesa y el ejército blanco.Y estaba aprovechando la pequeña ausencia del principito.-solté, moviendo los brazos de una forma cómica, hasta que los metí en los bolsillos para sacar....un caramelo.

-No es mucho, pero acéptalo como chantaje.-dije, soltando una carcajada justo después.No quería hacerle chantaje, si estaba dispuesto a ayudarme, lo haría...si no , no lo haría.

Lo sabe.

Se que lo sabe, sabe que puedo leer sus pensamientos, aquellas voces. Y en seguida comienzo a notar el resultado de aquella grotesca canción abrementes, un dolor de cabeza, que poco a poco iba creciendo. Finalmente lo ignoré, cambiando de canción, para girarme a los presentes allí, dejando caer el caramelo.

.-No os necesito.-Murmuré como despedida, una despedida simple & sencilla. Me encogí de hombros, al tiempo que echaba a caminar, por el camino de baldosas blancas. No necesito su comida, no necesito sus bandos, no necesito su caridad.

Tan solo quiero volver a casa.

Lelouch no es tonto, sabe que el humano le ha asaltado la mente tam bien como lo sé yo; no para nada somos dos de las criaturas más especiales del país. Otros no se habrían dado cuenta tan rápido. En fin, sea como fuera, recibo el besito del moreno en mi mejilla izquierda, acariciando distraidamente un la do de su rostro con la punta de mi oreja, que muevo efectivamente para tocarle. Asiento en silencio a esa pregunta que sólo he escuchado yo, sin dejar de contemplar al humano.

Ignora el caramelo de Lelouch, a pesar de que normalmente están ricos, y hace bien. Quien sabe si está encantado o algo similar. Se aleja, despidiendose seca y hurañamente, y suspiro. Sé lo cabezota que es, y lo antisocial, no por nada lo he traido yo. Pero ni siquiera sabe de qué va todo esto. No del todo.

- Esto se llama el país de las Pesadillas por algo, querido. No hay vuelta a casa. Sólo yo puedo moverme entre ambos mundos libremente-. Alzo la voz para que me oiga a pesar de su música, pero tampoco me apetece esforzarme demasiado, acabará dándose cuenta por sí mismo de lo mal que está todo. Me giro para mirar a Lelouch-. ¿Nos vamos y le dejamos solo ante el peligro?

Otra vez intenta irse el chico, sigue con la música alta e incluso hizo gritar a mi coneja favorita.Pero su pegunta, me preocupa.La miro, sonrío y niego con la cabeza.

-Sabes que no puedo hacer eso.-susurré, alejándome de ella y acercándome al chico poco a poco mientras me despedía de mi coneja con la mano y le sonreía.-Ey! tú! espérame, ¿que vas a hacer tú sin mí?.-pregunto, orgulloso de ser aquel que protege a cualquiera, sin importar el bando...sin importar la persona. O eso hacía creer.

-Me debes una disculpa.-sugerí, de inmediato, poniéndome a su vera.-Intentaste asestarme un golpe en mi cara, y eso no puede ser.Mi belleza no se puede menospreciar y mucho menos golpear.-seguí diciendo, convencido de que era una mala persona por ello, a mí! un dios griego de la belleza...jujuju.

-Ese poder que tienes...lo acabas de descubrir, ¿verdad?.-pregunté, interesado, puesto que ya sabía la respuesta o la suponía al menos.-Yo...puedo hacer algo parecido.-sonreí, de dolor...pero sonreí.

¿Pais de las pesadillas?Si, ja, ¿& que mas?. Aunque bien pensado, tenía su lógica, ya que no había Alicia alguna, había un príncipe de los corazones malvado y...beh, la típica peli de serie B que nadie suele ponerse a ver. Aún así, no debía de hacer caso de todo lo que me dijese aquella chica, porque... a saber de parte de quién trabajaba. Pero de nuevo, el maldito sombrerero loco se vuelve a poner a mi vera.

.-¿No tienes nada mejor que hacer que dar el coñazo?.-Pregunté, haciendole un asqueo con mi mirada, sin parar. Aunque sinceramente, se que no se va a ir así como asi, por lo que, bueno, me tocará aguantarlo, o no...

.-Mira, ella tiene cara de querer echarte un polvo, ve a por ella & dejame en paz, da por culo a otro.- & conociendo a la coneja, puedo afirmar que nunca mejor dicho.

No pude evitar el ver como esa piedra se dirigía al flaco culo del chico, tampoco pude evitar el sonreír y protegerlo...supongo, que era el buenazo que llevaba dentro, pero paré un poco la piedra antes de llegar a su trasero, para que por lo menos no doliese tanto.Por condición mágica, el dolor fue a mi multiplicada por tres.Pero igualmente no se puede proteger todo lo que hay en este mundo así que un poco de dolor no me importaba en lo absoluto.

-Ten cuidado.-dije, mentalmente a la coneja.Sabía que me podría oír si yo quisiese, así que lo hice.-No lo lastimes aún, ya me castigarás a mi como es debido.-seguí diciendo mientras le sonreía con picardia.Aunque no me refería a sexo, estaba...un poco harto de mi lujuria en realidad...no me gustaba ser así.

-Raz...eh, raz....-murmuré, poniendo morritos, mientras golpeaba su espalda con unos dedos solamente, no era yo quién tendría que hacerle daño.-¿Has decidido?¿eh?¿Eh?.-pregunté, pues ya que lo protegía por lo menos si protegía a alguien que fuese de mi bando, no voy a ir salvando a gente del bando enemigo aunque me pagasen por ello.

Le guiñe un ojo a la coneja y dejé de prestarle atención, nunca le había dado la espalda a la coneja, siempre fue ella la que se iba sin mediar palabra y desaparecía para ir dios sabe donde.

-Eh ,eh, contéstameeeee~~.-sugerí, de un susurro en su oreja, pues me estaba dejando caer sobre sus hombros, aunque al ser más alto que él, quedaba demasiado infantil.