Lost [Priv Vanitas]

Llevaba horas dando vueltas en "círculos cuadrados" sin dar con la salida. <<¿Dónde se ha metido la salida?>> Pensó mientras saltaba para intentar mirar por encima de los grandes setos que le bloqueaban el paso. ¿Cómo se metió ahí dentro? Ni ella misma lo sabe, probablemente fuera mientras iba distraída. A menudo se perdía por ir perdida en sus pensamientos, pero sin duda, esta era la peor de las veces en las que no sabía como llegar a casa.

Se sentó en el suelo apoyada contra el seto más cercano y bajó la mirada mientras se sujetaba las rodillas. No debía perder la calma, algún día tendría que encontrar la salida ¿no? Su rostro era totalmente inexpresivo, pero en su interior gritaba asustada. Se levantó repentinamente al oír un ruido. Igual alguien se había perdido, o a lo mejor incluso ese alguien sabía salir. Mostró una débil sonrisa, debía ganarse a quien-quiera-que-supiera-como-salir.

Renee Livingstone.

Una persona cuya oscuridad la ha encerrado en sí misma, llegando a odiar a todo ser vivo existente, una persona que practicamente no ha conocido el amor nunca, por así llamarlo, la calidez de la buena compañía. Y es por eso por lo que me gustaba, sobresalía entre las demas chicas & chicos de este mundo, y por eso me dignaría a visitarla.

Por eso, usando mis portales oscuros, y haciendo que la oscuridad de su corazón me dejase ver solo cuando yo quisiera, hablé:

.- Perdida, ¿Eh?

Dejé que me viese, estaba cruzado de brazos, con mi casco puesto, apoyado en el seto que había frente a ella, con mi casco quitado, ni si quiera me lo había llevado. Era extraño, ¿Verdad?. Meh, no importa.

- Perdida ¿Eh? - Dijo una voz que Renee no conocía, alguien estaba de brazos cruzados frente a ella, sus ojos eran azules, aunque la oscuridad del laberinto los transformaba en negro. Renee, algo desconfiada (aunque eso no es raro en ella) afirmó mientras se levantaba del suelo retirando de su vestido morado algunas hojas secas.

- ¿Sabe donde puedo encontrar la salida..? - Susurró sin preocuparse mucho en presentaciones, no sabía si aquel extraño era de fiar.

.-Sí, lo sé.- Respondí a su pregunta con claridad, podía encontrar varias salidas, por aquí & por allí, por acá & por allá, solo es cuestión de mirarlo, y ponerse a buscar en un lugar donde las cosas se encuentran en el sitio donde menos miras, ¿Cual es la salida correcta? ¿Qué es una salida? Es el lugar por donde sales, si si, lógico. Finalmente alcé la ceja, con una leve sonrisa dibujada sobre mis aristocraticos labios, bajo el casco.

.- No deberías preguntar por la salida, si no el por qué estas aquí.- Susurré, al tiempo que llevaba mi mano a mi pecho, acumulaba oscuridad de mi corazón, y la extendía, moldeandola como mi Quid Vacuo, con una leve risa psicotica. Finalmente, cuando estuvo formada, apunté con la punta de la hoja a su rostro, con una leve risa satánica.

.-Quizá sea el destino quién quiera que luches conmigo.-Susurré, ladeando la cabeza, en un intento de aumentar la oscuridad de su corazón.Sin embargo, finalmente desvié la hoja hacia una pequeña bifurcación, señalando el camino de la izquierda.

.- Aun que hoy, no es así, por ahí podras salir, pequeña .-Dije, con tono cálido, al tiempo que bajaba el arma & comenzaba a caminar, lentamente, hacia la bifurcación, desapareciendo de su vista por el camino, pero manteniendome allí, en las sombras.

Renee ladeó la cabeza, dijo que sabía la salida.. Después dijo algo que hizo que la cabeza de Renee comenzará a dar vueltas. "por qué estas aquí" Esas últimas palabras se repetían... ¿Cómo llegó allí? Ni ella lo recordaba, no le dio tiempo a responder pues al segundo la estaba apuntando con... ¿algo? Añadió algo extraño sobre el destino y que peleará con él. Después, por suerte para Renee, que hoy no sería el día en el que pelearan, Renee dedicó una sonrisa a su suerte por no meterla en una pelea.

El extraño le señaló la salida, o eso esperaba Renee, y desapareció por el camino. Ella salió corriendo intentando no perderle. Ahora ya estaba algo más segura de que podía confiar en él. Y la curiosidad ya era demasiado evidente.

- P..pendona.. ¿usted es..? - Dijo en un leve susurro que con dificultad podía ser escuchado más allá del extraño que lo acompañaba.